Cada año, más de 250.000 aspirantes alrededor del mundo se afanan en preparar el GMAT para tratar de alcanzar la mayor puntuación posible en esta prueba. ¿Pero cuáles son exactamente las razones de su relevancia? La posición de referencia del GMAT no se entiende sin su estrecha vinculación a los programas de MBA (Master of Business Administration), los cotizados posgrados que ofrecen una cualificación de referencia internacional para la dirección empresarial.
Y es que fueron precisamente varias de las principales escuelas de negocios de Estados Unidos –entre ellas las de Harvard y Columbia– las que tomaron en 1953 la iniciativa de desarrollar conjuntamente el GMAT con el fin de establecer un estándar común para seleccionar a los candidatos a cursar sus estudios.
De la mano de la expansión global de los programas de MBA a lo largo de las décadas siguientes se elevó también la relevancia y repercusión del GMAT, que se mantuvo como estándar internacional de acceso además de ser tomado como requisito también para otros programas de dirección de empresas. De esta manera, el GMAT puede abrir potencialmente al aspirante las puertas de prácticamente cualquier escuela de negocios que le interese en el mundo, siempre y cuando alcance una puntuación a la altura de sus objetivos, sin olvidar que existen otros criterios de admisión.
La buena labor del consejo regulador (GMAC) en el diseño, gestión y evolución de la prueba se ve reflejada en el hecho de que aún hoy 9 de cada 10 matriculaciones en MBA se realizan con la puntuación en el GMAT como aval, pese a existir otras vías disponibles en la actualidad.
Y es que desde GMAT Classes recordamos que la reputación que este test posee por sí mismo hace que la puntuación obtenida sirva como una suerte de tarjeta de presentación que da a los responsables de los MBA una primera impresión sobre el nivel con el que el alumno empieza estos estudios. Esta posición se ve reforzada por el carácter de estándar universal del GMAT, pero también por el empeño del GMAC a la hora de elaborar estudios que prueban la correlación entre las puntuaciones obtenidas en el test por un aspirante y su posterior desempeño en el programa de MBA.